Hablamos con la piloto patrocinada por Giacomini que compite en el Mundial de Motociclismo.
La murciana Ana Carrasco (Cehegín, 10 de marzo de 1997) compite en el Mundial de Motociclismo en la categoría de Moto3 y cuenta con el apoyo de Giacomini. Tiene el honor de ser la primera mujer Campeona del Mundo en motociclismo de velocidad, que logró en 2018 en la categoría de World Supersport 300.
Ana lucha contra el crono en un deporte, la velocidad sobre ruedas, donde hombre y mujeres compiten juntos por un mismo trofeo. Por ello se ha convertido en una estrella, con su propio documental, y es fuente de inspiración entre las más jóvenes promesas que quieren dedicarse al motociclismo.
Hablamos con ella tras disputar el primer tercio de temporada 2023:
- 2023 es tu segundo año en el Mundial de Moto3 tras tu vuelta. ¿Cómo está siendo esta nueva temporada?
Este año está siendo bastante mejor que la temporada pasada. Llevamos unas pocas carreras, pero desde el inicio ya hemos empezado a ir mucho mejor y, la verdad, es que estamos mejorando bastante. Esperamos dedicar la segunda parte de la temporada a dar otro paso a adelante y a seguir mejorando.
- Hablando de objetivos, tu cumpliste tu sueño de ser Campeona del Mundo. Ahora, ¿cuál es tu próximo sueño?
Yo creo que para todos los pilotos ser campeón del mundo es el sueño principal. Ahora, al estar en otra categoría y otro campeonato, vuelve a ser el objetivo y mi sueño: ganar dentro del Mundial de Moto3, donde estoy ahora.
- Sigues siendo la única mujer piloto en el Mundial. Cada vez hay más presencia del deporte femenino en los medios, pero en las disciplinas mixtas (como el motociclismo de velocidad) parece que cuesta más. ¿Cómo lo ves?
Partiendo de la base de que llegar al Mundial es complicado en general, porque hay noventa pilotos de todo el mundo y es muy difícil ser uno de esos, pues el ser mujer aparte se suma a eso. Hay muy pocas chicas que empiezan a ir en moto cuando son pequeñas; muy, muy pocas que de alguna manera tienen la vocación de ser piloto e intentar llegar.
En los últimos años se ha visto un cambio, pero que es algo que tiene que ir cambiando a largo plazo: se empieza a ir en moto con 3 o 4 años y hasta los 18 no puedes ir al Mundial. Se ven más niñas que empiezan, pero hasta dentro de unos años no habrá muchas más que tengan la oportunidad de llegar. Se está trabajando mucho en ese sentido; es muy difícil tener el nivel para llegar al Mundial.
- Hablando de la generación que viene, ¿qué le dirías a todas las niñas y jóvenes que quieren dedicarse en un sector dónde no tienen ahora referentes femeninos?
Lo más importante, si tú sabes que te gusta algo y te quieres hacerlo, lo principal es la constancia en el trabajo. Y no dejar de ir en esa dirección, ni de conseguir lo que tú quieres. Cada vez haya más mujeres profesionales, tanto como piloto u otras profesiones que antes no había, y son referentes más cercanos para para las chicas que empiezan a verse capaces de llegar dónde quieren, porque ya hay otras que han llegado. Si otro lo ha conseguido, tú también lo puedes hacer.
- ¿Cuáles eran tus ídolos?
Bueno, yo siempre me he fijado en los pilotos de MotoGP. Como no había mujeres piloto, pues para mí siempre han sido Valentino Lorenzo, Pedrosa, Stoner… todos los pilotos que, cuando era pequeña, pues lo veía en la tele y quería ser como ellos.
- Giacomini trabaja en el mundo de la climatización, dónde también el porcentaje de mujeres profesionales es menor respecto a los hombres, pero parece que va incrementando. ¿También ves ahora más mujeres en el paddock en cargos técnicos?
Desde el primer año que estuve en el Mundial, que fue en 2013, sí que se ha visto un cambio muy grande, mucho más que a nivel de pilotos. Hay muchas mujeres trabajando en el campeonato, tanto en equipos como mecánicas, telemetría, coordinación... yo creo que ahora en todos los equipos, 90% de los equipos, hay mujeres trabajando y, luego también en la organización del campeonato, que la mitad o más son mujeres.
Yo creo que, si sumáramos todas las mujeres que estamos trabajando en el paddock es posible que estuviéramos cerca de la paridad.
- ¿Qué es lo mejor de poder dedicarte profesionalmente a tu pasión? ¿Y las desventajas?
Sinceramente, no sabría decir, ¡no veo ninguna desventaja porque al final para mí ser piloto es tener la vida que siempre he soñado! Está claro que, dentro del deporte, los puntos malos son las lesiones, que estas mucho tiempo fuera de tu casa y significa pasar poco tiempo con la familia y los amigos… pero el reto que supone competir es, para mí, del todo positivo. Al final, ser piloto tambien te permite vivir de una forma diferente. Visitas muchos sitios, conoces muchas culturas, gente… creo que al final, aparte de tener la vida que quiero, también me aporta muchas experiencias que no podría tener de otra manera.
Muchas gracias por tu tiempo, Ana, sigue cumpliendo con tus sueños ¡y mucha suerte para el resto de la temporada!