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Cambio climático: un nuevo compromiso en París

cambio climático cumbre parís 2017

27.12.2017

Tras el anuncio de la Administración Trump de dejar fuera a Estados Unidos del Acuerdo de París, los líderes mundiales buscaron incentivar de nuevo la lucha contra el cambio climático en una nueva reunión en Paris el pasado 12 de diciembre.

Si el gran acuerdo de 2015 fue un hito en la futura lucha contra el cambio climático, la decisión de la Casa Blanca supuso un mazazo para sus partidarios. Afortunadamente, el Acuerdo sigue adelante para los casi 200 países firmantes.

Buscando el apoyo del sector financiero

Para frenar el cambio climático, los expertos reconocen que hay que trabajar en tres campos diferentes: el cambio de modelo energético, la fiscalidad del consumo de energías y la incentivación del mercado financiero de las renovables. Y es en este último punto donde la última cumbre de París ha puesto especial hincapié

Convocada por la ONU, el Banco Mundial y el gobierno francés bajo el slogan ‘make our planet great again’ (un guiño a la campaña de Trump para la presidencia), la faceta financiera de las energías ha sido el caballo de batalla de esta cumbre. Los resultados no son desdeñables: el Banco Mundial dejará de financiar la extracción de gas y petróleo a partir de 2019. Fondos de inversión, como HSBC o el de pensiones públicas de EE.UU., se han comprometido a presionar a las empresas que emiten más CO2, e incluso el banco ING y la aseguradora AXA abandonarán sus inversiones en el sector del carbón.

Desincentivar las energías más contaminantes es también el camino tomado por China: su gobierno presentó las primeras medidas de presión a las plantas eléctricas y obligará a pagar por cada tonelada de CO2 que emitan, lo que supone la ingente cantidad del 10% de todo el dióxido de carbono mundial del sector energético e industrial.

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La lucha en Europa

Pocos días después tras la cumbre en París, el 19 de diciembre, los 28 ministros de Energía de países miembros de la UE reunidos en el Consejo Europeo llegaban a un acuerdo: que en 2030 el 27% del consumo general de energía en la Unión sea de energías renovables.

Organizaciones como ‘Amigos de la Tierra’ o incluso el propio comisario por la Acción del Clima y la Energía, el exministro Miguel Arias Cañete, reprocharon la falta de ambición del acuerdo. Según ‘Climate Action Network Europe’, el crecimiento de las sostenibles se espera que llegue al 24% al ritmo actual. Es decir, la postura acordada no supone un gran incentivo a las renovables; una posición alentada por países como Dinamarca o Portugal, pero frenada en este consejo por estados notables como Alemania o España.

Pero hay motivos para la esperanza. Y es que la Eurocámara aún tiene que debatir estos planes y se puede fijar una cuota más alta, del 35%, para 2030. Si Europa responde, quizá el Acuerdo de París de 2015 no quedará en papel mojado.