El equilibrado hidrónico permite controlar fácilmente la instalación, lo que asegura el funcionamiento óptimo de todos los componentes a lo largo del tiempo y garantiza una gran eficiencia energética y fiabilidad.
Para instalaciones perfectamente equilibradas, es capaz de garantizar una potencia de calefacción o refrigeración correcta, un funcionamiento silencioso y una larga duración de los principales componentes del sistema.