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Regulación eficiente de la calefacción

Regulación calefacción

27.10.2015

Los elementos de regulación de nuestro sistema de calefacción nos aseguran un óptimo confort durante el invierno y las épocas de entretiempo. En este artículo hacemos un repaso a estos componentes y señalamos aquello que debemos tener en cuenta para utilizar nuestro sistema de calefacción de manera eficiente.

 

El objetivo básico de un sistema de regulación y control para calefacción es conseguir que la temperatura ambiente alcance un valor igual a la temperatura pre-establecidas. Del mismo modo, el sistema debe ser capaz de interrumpir el servicio de calefacción una vez estas condiciones de confort han sido satisfechas.

Entre estos elementos, distinguimos el termostato básico, un sistema on/off que activa e interrumpe el funcionamiento de la caldera según la temperatura ambiente alcanzada en el interior de la vivienda. Un componente más avanzado es el cronotermostato, un aparato al que le podemos pre-establecer distintas temperaturas ambiente en distintas franjas horarias durante el día y la semana, en función de nuestras necesidades y hábitos diarios.

Existen otros sistemas de regulación mucho más avanzados, que tienen en cuenta los cambios climáticos externos, como la termorregulación climática, pero esto ya será en otro capítulo.

Y para acabar, algunos datos que deberemos tener en cuenta si queremos un sistema de calefacción eficiente y que nos aporte el máximo ahorro:

- La temperatura ambiente recomendada para viviendas en nuestro país se sitúa entre los 20 y los 21ºC. A partir de aquí, cada grado de más que queramos mantener en nuestra vivienda corresponde aproximadamente a un 7% más de gasto energético.

- El aislamiento de un edificio o vivienda es muy importante cuando hablamos de gasto energético, pues según los materiales con los que haya sido construído, habrá mayores o menores fugas térmicas. Las fachadas, suelos y techos que incorporan materiales aislantes, así como puertas y ventanas bien selladas y con elementos aislantes, contribuyen a una mayor retención del calor y a un menor gasto energético.

- La incorporación de cabezales termostáticos o cabezales electrónicos programables en la vivienda puede suponer un ahorro de más del 20%. Estos elementos controlan la temperatura ambiente en cada una de las estancias, por lo que nos permiten establecer distintas temperaturas en nuestro hogar en función de nuestras necesidades, con el consiguiente ahorro que ello supone.