Hay muchos métodos para que la factura del gas, el gas-oil o la luz no aumente demasiado durante el invierno. Uno de los métodos más baratos es la instalación de válvulas termostáticas en los radiadores. En este artículo os presentamos un ejemplo práctico de ahorro de hasta el 25% del consumo en una vivienda situada en Madrid.
El ahorro en la calefacción se puede obtener de muchas maneras. El aislamiento de la vivienda, por ejemplo, es una de las partes más inportantes para que nuestro consumo no se dispare. Evidentemente, también existen sistemas de calefacción que optimizan el consumo y la eficiencia energética. Pero si no disponemos de un gran presupuesto y lo que queremos es evitar que la factura energética se dispare, la instalación de cabezales termostáticos en los radiadores es una solución que hará que nos ahorremos un euro al día aproximadamente. Esto supone un ahorro aproximado de casi 100 euros por temporada (esto variará dependiendo de la zona donde vivamos, del tipo de vivienda y de la climatología concreta de cada año).
Caso Práctico Giacomini
El caso práctico que ha llevado a cabo Giacomini este invierno ha tenido como protagonista una vivienda situada en el centro de Madrid. Esta finca tiene alrededor de 100 metros cuadrados (98m2 exactamente), es un segundo piso con salón-comedor, tres dormitorios, cocina, baño, aseo y recibidor y dispone de radiadores de aluminio sin cabezal termostático en todas las estancias.
El pasado día 17 de enero contabilizamos la energía consumida a través de la lectura del contador de gas antes y después de haber utilizado la calefacción. El periodo de uso de la calefacción fue de 8 horas, concretamente desde las 14 y las 22 horas. La temperatura de confort en el salón comedor se situó entre los 19º (14h, momento en que se pone en marcha la calefacción) y los 22º (temperatura fijada en el cronotermostato). El consumo final en esas 8 horas de calefacción fue de casi 7 m3. (6,9932 m3).
Al día siguiente, Giacomini procedió a la instalación de cabezales termostáticos en las válvulas de los radiadores de los dormitorios y de la cocina, dejando los radiadores del baño, aseo, recibidor y salón con las válvulas completamente abiertas. Y repetimos el procedimiento del día anterior, anotando los valores de consumo del contador del gas antes y después del periodo de calefacción (de 14 a 22 horas). De nuevo, visitamos el contador del gas para saber qué habíamos gastado.
El consumo durante este periodo fue de 5 m3 (exactamente 5,31 m3), lo que significa exactamente un 25% de ahorro de consumo energético. Teniendo en cuenta el precio del gas, el ahorro energético se puede contabilizar en más de un euro diario (1,14 euros en una tarde). Esto supone un importante ahorro económico a lo largo de todo un invierno, que podría ser de unos 100 euros.
El funcionamiento de los cabezales termostáticos
La función principal de éstos es la de limitar la temperatura de los radiadores localizados en estancias donde en algunos periodos del día no es necesaria una temperatura de máximo confort, como pueden ser las habitaciones, la cocina o baños. Estos cabezales actúan como válvulas de apertura o cierre del paso del agua caliente al radiador en función de la temperatura de la estancia.
Los cabezales termostáticos Giacomini son de fácil montaje y pueden suponer un importante ahorro energético para el usuario, pues tan sólo montando un cabezal por radiador se consigue un importante ahorro energético y económico.