Se acerca la Navidad y para muchos es sinónimo de excesos, no solo alimenticios, sino también en lo que al consumo eléctrico se refiere.
En este artículo os damos una serie de consejos sobre cómo acondicionar vuestra casa de cara a las fiestas navideñas y que ello suponga una reducción en vuestros gastos.
Cuando pensamos en Navidad enseguida nos viene a la cabeza la palabra decoración. Y eso significa luz, mucha luz. Durante las fiestas, además de pasar más tiempo en casa y con más gente, solemos adornar la casa con luces, ya sean las ventanas, el salón o el propio árbol de Navidad.
Debemos explorar las diferentes opciones que existen para decorar la casa. Otros adornos de papel pueden contribuir a la eficiencia energética y en caso de que no queramos desprendernos de los adornos luminosos podemos hacer uso de luces LED, ya que consumen infinitamente menos que las luces tradicionales, duran más y un coste de mantenimiento prácticamente nulo.
La calefacción es otro de los aspectos a tener en cuenta durante las fiestas navideñas. La instalación de válvulas termostáticas en los radiadores nos ayudará a distribuir mejor el calor por la casa y además solo pagaremos la energía que consumamos.
Hay que intentar hacer un uso eficiente de la calefacción, centrándola en esos lugares donde pasemos mayor tiempo y evitar poner muebles y adornos en los propios radiadores ya que si no evitaremos el correcto funcionamiento. Además, si vamos a reunirnos un grupo numeroso en casa es aconsejable reducir la calefacción, ya que el propio calor humano se convierte en una fuente de calefacción.
Respecto a la calefacción tapar los huecos de las puertas con papel de aluminio también es una buena solución para evitar la pérdida de calor.
Pero además de las luces y la calefacción, hay otros elementos que nos ayudarán a reducir el consumo de vuestro hogar durante la Navidad.
La cocina se convierte durante estos días en una de las estancias de la casa más frecuentadas. Y nuestro objetivo no tiene que ser otro que el de convertirnos en cocineros sostenibles. Prácticas como encender el horno cuando sea estrictamente necesario, usar el lavavajillas (si disponemos de él) cuando tengamos que lavar muchos utensilios y regularizar la nevera son acciones que se verán reflejadas positivamente en nuestra factura.
Finalmente, en cuanto a las compras navideñas no está de más tener en cuenta que los productos de clase A reducen el consumo de energía aproximadamente en un 55%. Es decir, si vamos a regalar o simplemente a comprar algo para su uso durante esta Navidad no nos cuesta echar un ojo a aspectos como este.
La etiqueta Energy Star, que se encuentra en ciertos juguetes y aparatos tecnológicos, nos indica que con ese producto podemos reducir hasta un 30% el consumo energético.
Poniendo en práctica todos estos consejos nuestros bolsillos serán los primeros agradecidos y de paso contribuiremos a un consumo más sostenible y eficiente, protegiendo el medio ambiente.