El pasado septiembre ha sido el mes más seco de los últimos 17 años. Los datos preocupan y la situación es límite en algunas zonas de la península.
Al inicio del verano leíamos que la sequía en España estaba llegando a unas cifras negativas históricas, pero se esperaba una recuperación de los caudales con la aproximación del otoño. Sin embargo, no ha ocurrido: España está registrando mínimos históricos en los embalses que hay repartidos por el conjunto del país.
Los números hablan por sí solos: se calcula que en lo que llevamos de año ha llovido un 18% menos que la media de los últimos 36 años, datos según Aemet (Agencia Española de Meteorología). La principal consecuencia de este dato es el empobrecimiento de los pantanos y embalses españoles, que según datos facilitados por la misma agencia se encuentran por debajo del 40% de su capacidad, un porcentaje que no se alcanzaba desde 2006.
Además del propio problema que arrastra la escasez de agua en los pantanos, tiene una repercusión absolutamente negativa para el sector de la agricultura, en la generación de electricidad y en el consumo de las zonas urbanas.
Si nos centramos única y exclusivamente en lo que a eficiencia energética se refiere, la falta de agua en los pantanos provoca que se genere menos energía con este sistema, de forma que el precio se incrementa automáticamente, pero al mismo tiempo también afecta, y mucho, en la emisión de gases de efecto invernadero. Es decir, toda la electricidad que se está dejando de generar a través de las centrales hidroeléctricas se produce con la quema de carbón y gas, lo que se traduce en emisiones de CO2, muy perjudiciales para el planeta.
De hecho, en lo que llevamos de año el carbón utilizado para generar electricidad ha crecido casi un 75%, un dato más que refleja la preocupación de la situación.
Aunque para los próximos meses se esperan algunas lluvias no sabemos si serán suficientes para empezar a recuperar la normalidad. Por el momento toca esperar y lidiar con la situación actual como buenamente podamos y se recomienda un consumo responsable del agua en viviendas y locales públicos.