Llega septiembre y se acaban las vacaciones para la mayoría de la población. La vuelta a la rutina, con el colegio y el trabajo como protagonistas, es la tónica habitual en la mayoría de hogares.
Pero con ello, los gastos familiares y domésticos vuelven a dispararse; es un gran momento para llevar a cabo una buena planificación y evitar costes innecesarios para afrontar la “cuesta de setiembre”. Y es que a nivel energético podemos realizar varias acciones que seguro nuestra economía lo agradece y que también contribuyen a una mejor sostenibilidad.
Septiembre es un mes en el que el buen tiempo y las buenas temperaturas todavía predominan a ciertas horas del día. Debemos ser consecuentes y hacer un uso adecuado del aire acondicionado: si abrimos las ventanas por la mañana, aprovechando el frescor matinal y bajamos las persianas a medio día podemos tener la casa fresca sin hacer uso de aparatos acondicionadores.
Además, es un momento perfecto para hacer una revisión a fondo del sistema de calefacción e incluso estudiar qué se adapta mejor a nuestras necesidades y condiciones de vida. Y es que un pequeño gasto o una inversión determinada pueden significar un ahorro importante a medio y largo plazo: la adquisición de unos cabezales termoestáticos puede suponer el ahorro de 1€ al día.
Como hemos mencionado, setiembre es un mes habitual para la llamada a revisión de sistemas de calefacción por parte de los profesionales del sector: comprobación de válvulas, bombas, tuberías, etc. Pero hay pequeños mantenimientos que podemos realizar nosotros mismos, como el purgado de radiadores o la revisión de filtros en caso de las calderas de gasoil. Cuidar la instalación antes de que llegue el frío nos puede suponer un ahorro en materiales y dolores de cabeza.
En cuanto a la electricidad también podemos aplicar medidas de coste cero. El día todavía es largo ya que aún no se ha producido el cambio horario. Hay que aprovechar la luz solar cuando llegamos a casa: subir las persianas por la tarde y aprovechar la luz natural hasta bien entrada la noche supondrá un ahorro económico para nuestros bolsillos.
Otras medidas que se pueden adoptar en este mes de septiembre son las de revisar los distintos electrodomésticos que tenemos en casa, así como muebles y luces. Las opciones cada vez son mayores y en el mercado actual existen productos muy eficientes, sostenibles y con una gran relación calidad-precio. Comprobar el estado de nuestra nevera, lavadora o incluso elementos más pequeños como lámparas, grifos o bombillas nos puede suponer un gran ahorro de cara a los próximos meses.
Finalmente, respecto a la movilidad, estas primeras semanas tras la vuelta de vacaciones son ideales para hacer un estudio sobre cuál es la mejor manera para desplazarnos, teniendo en cuenta todos los factores, es decir, distancia de casa respecto al trabajo, llevar y recoger a los niños, etc. Por suerte, hoy en día existen un sinfín de opciones para desplazarse de un lugar a otro. Tan solo debemos buscar la mejor solución y así nos ahorraremos una buena cantidad de dinero, además de estar haciendo un favor al planeta.