Las grandes urbes del mundo producen el 75% de las emisiones de carbono. La toma de conciencia por parte de los ciudadanos es vital para reducir la contaminación a nivel global.
El cambio climático sigue siendo un tema de tremenda actualidad. Y es que las noticias no cesan, sobre todo viendo las políticas emprendidas por algunos de los gobiernos de los países más importantes del mundo, como por ejemplo Estados Unidos.
Uno de los últimos informes publicados por Naciones Unidas, en 2016, señalaba a las ciudades como claves para resolver el problema. El Informe Mundial de Ciudades 2016 (WCR2016) asegura que “el modelo de urbanización actual es insostenible. Y necesita cambiar para poder responder a los retos de nuestro tiempo, y atender asuntos como la desigualdad, el cambio climático, y el crecimiento urbano informal, inseguro e insostenible”.
Hay un dato que asusta: tan solo ocupan un 2% de la superficie de la Tierra, pero aglutinan a casi dos tercios de la población mundial producen el 75% de las emisiones de carbono y gastan casi el 80% de la energía global. Claramente estamos ante un modelo del todo insostenible y es evidente que las ciudades son las principales causantes del cambio climático. Es por ello que la toma de conciencia por parte de la ciudadanía es prioritaria y de vital importancia.
Sin ir más lejos, en las urbes más pobres ya se ha acuñado un nuevo concepto por parte de los expertos en la materia; se trata de los refugiados climáticos, y hace referencia a todas esas personas que se han visto obligadas a emigrar por culpa de los destrozos del cambio climático.
Aunque según las diferentes encuestas realizadas a ciudadanos de diferentes lugares del mundo reflejan que la sociedad cada vez es más consciente acerca de la problemática del cambio climático, la realidad es que las cifras no mejoran. Los seres humanos somos los principales culpables y por muchos avances que protagonice la ciencia y la tecnología, la solución del problema empieza por nosotros mismos: por cambiar nuestro modo de vida.
Desde Naciones Unidas se anima a que en las ciudades crezcan a partir de un marco regulatorio y con planteamientos urbanos más sostenibles, tales como la construcción de edificios, movilidad urbana, etc. Para ello, promueve cinco principios básicos que se deben cumplir sí o sí: “asegurar un nuevo modelo que proteja los derechos humanos y el cumplimiento de la ley, garantizar un crecimiento inclusivo, empoderar a la sociedad civil, promover la sostenibilidad medioambiental y las innovaciones que faciliten el aprendizaje, y compartir el conocimiento”.
En resumen, las ciudades y las grandes urbes del mundo se presentan como claves para erradicar el cambio climático.