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Eficiencia energética: el Eixample de Barcelona

Eficiencia energética: el Eixample de Barcelona

09.06.2016

El Pla Cerdà de urbanización y ampliación de Barcelona empezó a mediados del S.XIX y supuso una auténtica revolución en la materia de urbanismo, pues Ildefons Cerdà se avanzó en muchos aspectos a la época, siendo los principios urbanísticos completamenet válidos hoy en día.

Cerdà ideó unas islas de casas geométricas, con chaflanes de 45º y con unas calles muy anchas (de 20, 30 y 60 metros de anchura), anticipándose a las necesidades de transporte de la gente mediante vehículos (los primeros automóviles aparecerían al cabo de 30 años del comienzo del ensanche).

La particular disposición de estas islas de casas (o manzanas) es digna del estudio desde muchos puntos de vista, pero nos vamos a centrar en la eficiencia energética; es decir, en la disposición de estas islas de casas para aprovechar al máximo la luz solar y la aireación.

Por un lado, la disposición de las fachadas de las islas de viviendas fueron diseñadas para que sólo un vértice de estos edificios estuviera encarado a Norte. De esta manera, se aseguraba que las cuatro fachadas tuvieran luz solar directa. Desde un punto de vista cualitativo, ésta es la mejor opción, pues permite que todas las viviendas puedan gozar de luz solar. Otra opción, mejor desde un punto de vista cuantitativo, hubiera sido diseñar una fachada encarada a norte, con mejor ganancia de luz solar en tres fachadas en detrimento de la fachada Norte, que en invierno no vería la luz solar.

Por otra parte, el diseño original de Cerdà planteaba que las islas de casas estuvieran edificadas sólo en dos costados de los cuatro, dejando amplios espacios interiores como parques. Esto aseguraba una completa ventilación cruzada en todas las viviendas, un aspecto al que Ildefons Cerdà daba mucha importancia. Lamentablemente, la especulación del suelo de la ciudad hizo que el plan inicial de Cerdà se viera modificado. Los jardines interiores fueron ocupados por pequeños comercios y talleres en la mayoría de las islas, mientras que los edificios, que debían tener 16 metros de altura máxima, fueron modificados con dos pisos extras (áticos y sobre-áticos).

Aún con estas modificaciones, el Plan de Ensanche de la ciudad de Barcelona es completamente válido a día de hoy y su diseño de las calles permite una gran movilidad de personas y de automóviles en una ciudad que, de disponer de otro sistema de vías, estaría completamente colapsada.

 

Más información:

http://ecoesmas.com/barcelona-eficiencia-energetica/

https://ca.wikipedia.org/wiki/Pla_Cerd%C3%A0

https://ca.wikipedia.org/wiki/Ildefons_Cerd%C3%A0_i_Sunyer

http://lameva.barcelona.cat/eixample/ca/historia-del-districte