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Cubiertas vegetales (II): Fachadas vegetales

Fachadas vegetales

05.06.2015

La pasada semana hablamos de los beneficios que supone integrar el mundo vegetal en las grandes urbes y analizamos las azoteas vegetales. Hoy iremos un paso más allá y exlicaremos en qué consisten las fachadas vegetales y qué beneficios nos pueden aportar.

 

Las fachadas vegetales representan un concepto similar al de las azoteas vegetales (ver el artículo de la semana pasada), pero la masa vegetal se encuentra en posición vertical, aprovechando las paredes, muros o fachadas de las casas y edificios. Los principales beneficios que nos aportan las fachadas vegetales son una reducción del CO2, aislar la vivienda o edificio del frío o calor (lo que nos permite ahorrar energía en calefacción y refrigeración), así como controlar la humedad del interior de la vivienda o edificio (si la fachada es interior) y absorber el ruido exterior o contaminación acústica.

 

Tipos de fachadas vegetales:

Por un lado, las clásicas son aquellas que hemos visto a menudo en fachadas de casas y que suelen cubrirse con plantas trepadoras que nacen en el suelo y van creciendo por la fachada de la casa. En este tipo de fachadas suele haber la hiedra, la viña virgen o la buganvilla.

Por otro lado, se está generalizando el uso de la fachada vegetal con el sustrato vertical; es decir, que la misma pared ya dispone de las capas, la tierra y aquellos elementos que fijan el sustrato en posición vertical. De esta manera, las plantas nacen en la misma pared y se puede cubrir ésta de manera uniforme y con distintas plantas.

Evidentemente, en este caso deberemos escoger muy bien el tipo de plantas que queremos ubicar en la pared, pues deben ser plantas ligeras, que tengan la capacidad de crecer en vertical y adaptadas a la orientación de la fachada. Las más populares son las plantas tapizantes.

Las fachadas interiores:

Dentro del concepto de fachadas vegetales, hay que destacar aquellas que se ubican en el interior de edificios o viviendas. Las fachadas vegetales internas son una alternativa natural a la refrigeración de edificios, pues regulan de manera natural la temperatura interior de los edificios. Debemos tener en cuenta que el nivel de confort de las plantas es muy similar al de los humanos, siendo éstas capaces de regular la humedad y la temperatura de una vivienda de manera óptima.

Evidentemente, no podemos considerar las fachadas vegetales como único elemento de climatización en según qué edificios y zonas climáticas, pero sí que representan un elemento adicional que ayuda a climatizar un área determinada y que supone un importante ahorro de energía.

 

Artículo anterior: Cubiertas vegetales: un jardín en la azotea