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Cómo mantener nuestra vivienda fresca en verano

Mantener vivienda fresca verano

16.05.2016

Independientemente de si disponemos de sistemas de refrigeración para la casa, mantener la vivienda fresca en verano ayuda a nuestra comodidad, por no mencionar que optimizará el rendimiento del aire acondicionado y también nos ahorrará costes y colaboraremos a la sostenibilidad.

 

El verano está a la vuelta de la esquina y ya debemos pensar en el cambio de armario, así como adecuar nuestra vivienda al calor que va a llegar. A continuación os damos algunos consejos que pueden ser de utilidad: 

Regular las persianas y ventanas: El método más obvio y también el más eficaz: bajar las persianas ayudarán a que el sol no caliente la casa ni que penetre el aire caliente exterior. Para una regulación óptima, es mejor bajarlas desde la primera hora que sale el sol y no volver a abrirlas hasta la noche, momento en que también podemos aprovechar para abrir todas las ventanas posibles de nuestra vivienda.

Hay que recordar que el aire caliente siempre sube; por tanto, si disponemos de una casa con varios pisos, es aconsejable abrir las ventanas del piso superior para renovar mejor el aire. Si queremos generar corriente de aire, basta con abrir puertas y ventanas opuestas para crear un ‘pasillo’ al aire, dejando el resto cerradas. Esto actuará como ventilador para toda la casa. Las ventanas que mejor funcionan como entrada de aire son las que dan a patios interiores, mientras que las mejores de salida son las que dan a la calle.

Evitar el uso de electrodomésticos y luces: Si podemos, es mejor desconectar los electrodomésticos cuando no los usamos, incluyendo algunos que tienen tendencia a quedarse en marcha aunque no se usen, como el televisor o el ordenador. Las luces también son fuente de calor, así como los transformadores; mejor minimizar su uso. También hay que recomendar el uso de bombillas de bajo consumo y LED por las convencionales, que generan menor calor y son, además, más eficientes.

A la hora de cocinar, obviamente usar el horno calentará el ambiente, pero si tienes fogones de gas, es aconsejable bajar la intensidad de la llama, que se puede realizar mediante el piloto.

Optimizar los ventiladores: Cuidado con el uso del ventilador de forma indiscriminada: un ventilador no enfría, simplemente mueve el aire creando sensación de frescor. De hecho, por culpa de su motor, el ventilador puede llegar a calentar el ambiente. Por tanto, evitemos dejar un ventilador en marcha en una habitación cuando nadie está presente. El mejor uso que le podemos dar a un ventilador es como canalizador de aire fresco del aire acondicionado o, incluso, del aire que entra por la ventana por la noche, instalándolo en la repisa y encarándolo hacia nosotros.

El mobiliario de casa influye: Un acto tan sencillo como retirar las alfombras y esterillas ayudará a mejorar la regulación de la temperatura y nos sentiremos más frescos. Las alfombras y esterillas de materiales sintéticos retienen el calor. Sin embargo, si las necesitamos, recomendamos el uso de las que están realizadas con fibras naturales, como el bambú o incluso la lana (que es termoreguladora tanto para el frío como para el calor).

Cubrir los muebles acolchados, como los sofás y las sillas con fundas de satén blanco o lino también nos aportarán frescor, así como guardar las sabanas en el lugar más fresco de la casa y ponerlas de nuevo por la noche nos ayudarán a dormir mejor.

Pequeñas modificaciones: La instalación de un toldo es siempre una buena idea, ya que puede rebajar la temperatura en hasta 5º. Manteniendo el vidrio de las ventanas frío, ayudaremos mucho a evitar que estos se conviertan en una fuente de calor, por eso las láminas solares también son bienvenidas.

Otro aspecto que no hay que descuidar son las rejillas, por donde se puede colar el aire caliente: instalando burletes en ventanas y puertas lo evitaremos. También pintar tejados, paredes exteriores e interiores de blanco o con colores claros ayuda a bajar la temperatura, gracias a su mayor absorción de la luz.

Evitar entrar el coche en el parking: Si vives en una casa con garaje debajo, deja el coche aparcado fuera cuando llegues. Un coche es un generador de calor tras funcionar, un calor que desprende y que tiende a subir a pisos superiores. Así que es mejor dejar el coche en la calle, si puede ser en la sombra y esperar a que el motor se enfríe para volver a meterlo dentro del parking.