La domótica es el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación. Se podría definir como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado.
La domótica tiene como objetivo fundamental facilitar al máximo aquellas tareas necesarias para proporcionar confort y seguridad en una vivienda o edificio. En este artículo vamos a analizar algunas de ellas, sobretodo aquellas que nos pueden aportar un ahorro de nuestro consumo energético.
Muchas veces, la domótica está relacionada con aspectos bio-climáticos. Por ejemplo, el hecho de bajar las persianas en invierno cuando se pone el sol repercutirá en un ahorro energético, ya que las persianas ayudan a aislar el interior de la vivienda del frío. De la misma manera, deberemos aprovechar los toldos, persianas o ventanas para conseguir la máxima eficiencia energética para nuestro hogar.
¿Qué puede hacer la domótica por nosotros?
Que no nos asuste la palabra domótica, ya que parece que sea una ciencia desconocida al alcance sólamente de gente con muchos recursos económicos. Si bien es cierto que hay varios grados de domótica y que los avances más espectaculares no han sido diseñados para el gran público –de momento-, hay muchos accesorios y elementos que podemos adquirir sin gastar demasiado y que nos ayudarán a controlar nuestro gasto energético.
Podemos empezar a catalogar como elementos de domótica aquellos aparatos o accesorios que nos permiten controlar ciertos aspectos de nuestra vivienda y la mayoría de ellos a distancia. Es decir; ya podemos hablar de domótica cuando desde nuestro móvil somos capaces de poner en marcha la calefacción de casa unas horas antes de llegar o de programar la luz, persianas, ventanas, así como monitorizar nuestro consumo energético en tiempo real.
¿Por dónde empezar?
En una vivienda, la domótica nos ayudará a ser más eficientes en nuestro consumo energético, por lo que los primeros elementos de domótica –si no los tenemos ya- que podemos adquirir son aquellos que nos supongan un ahorro a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, un regulador de intensidad de la luz y la temperatura de las distintas estancias de la vivienda en función de su uso.
En el mercado existen varios accesorios capaces de monitorizar nuestro consumo en tiempo real, por lo que podemos detectar fácilmente los electrodomésticos con mayor consumo o las franjas horarias donde tenemos un mayor consumo energético. Disponer de toda esta información nos ayuda enormemente a la hora de tomar decisiones en pro de una mayor eficiencia energética en el hogar.
La domótica pasa por tener una estrecha relación con el usuario y la manera más sencilla de tener un contacto permanente y a distancia es a través de los dispositivos portátiles, como el móvil. Para ello, ofrecen la opción de descargarte la app y de esta manera poder controlar desde la tableta, móvil, portátil o smart TV los sistemas de alarma, climatización, puertas, ventanas e iluminación, entre otros, de nuestra vivienda.
La utilidad de la domótica no sólo acaba en el ahorro energético, sino que le podemos encontrar muchas otras utilidades, como una fuga de agua o la detección de humo, con alarma mediante un SMS o simplemente disponer de un mando universal para utilizar todos los equipos audiovisuales en vez de tener 5 mandos distintos encima la mesa de la sala de estar.
La domótica ha llegado y se quedará para que disfrutemos de una vivienda más inteligente, más eficiente, seguro y cómoda.